Se presentaron uno tras otro, pegando sus notas autoadhesivas de colores en la pared, algunos con pequeños dibujos y otros solo con texto. Las palabras clave: principio de cajón para el mantenimiento, protección contra caídas, accesibilidad para la limpieza. La escena recuerda a los proyectos en grupo de la universidad. Pero los participantes son gestores de la cadena de suministro con experiencia, personal de postventa y técnicos de servicio, y la ocasión es un taller de "pensamiento de diseño" para desarrollar la nueva solución de fundición a presión que se presentó en el mercado en junio. Solo algunos de ellos han diseñado alguna vez una máquina de este tipo, pero, aún así, su tarea es esencial para el proyecto. "Si fuéramos únicamente un grupo de desarrolladores, tenderíamos a pensar en el asunto desde una perspectiva muy técnica", dice Christoph Ziltener, el jefe de proyecto encargado de supervisar el desarrollo de Fusion.
Es por eso que tanto él como su equipo buscaron desde el primer momento la ayuda de empleados de Bühler de otras unidades y regiones geográficas, así como de clientes, proveedores y socios académicos. Cada perspectiva cuenta. El objetivo era que Fusion se convirtiera en la máquina de fundición a presión más fácil de usar, más segura, más atractiva y, sobre todo, más eficiente, por lo que las aportaciones externas fueron tan importantes como las internas.