Menos seguridad alimentaria
El consumo de productos alimenticios contaminados puede provocar multitud de problemas de salud en humanos y animales, incluidas enfermedades crónicas e incluso cáncer.
Cuando cambia la calidad de las cosechas, la seguridad alimentaria se enfrenta a multitud de amenazas. Los cultivos estresados se vuelven más susceptibles a los ataques de hongos y a una mayor concentración de defectos. La presión a la que se enfrentan los procesadores para utilizar todos los recursos disponibles puede aumentar significativamente la contaminación dentro de la cadena de suministro de alimentos.
Además, la dependencia de granos almacenados de temporadas anteriores, que es una necesidad cuando hay malas cosechas, añade más problemas de seguridad alimentaria. Unas condiciones de almacenamiento inadecuadas pueden crear un entorno ideal para el crecimiento de moho y la producción de toxinas en los cereales almacenados. Estos factores combinados crean un efecto dominó, con mayores cantidades de alimentos contaminados.
Retirada de productos
Las malas cosechas pueden desencadenar un efecto dominó en toda la industria alimentaria, y la retirada de productos es una consecuencia importante. Cuando las cosechas están contaminadas con micotoxinas o alcaloides del cornezuelo de centeno o su calidad se ve comprometida, las empresas pueden verse obligadas a retirar los productos afectados para proteger a los consumidores de posibles riesgos para la salud. Las retiradas de productos pueden ser perjudiciales y costosas y dañar la reputación de la marca y la confianza de los consumidores.
- Pérdida de confianza de los consumidores: Las retiradas ponen de manifiesto posibles fallos de seguridad, erosionando la confianza del consumidor en la marca y en el sistema general de seguridad alimentaria. Recuperar la confianza de los consumidores tras una retirada requiere transparencia, una actuación rápida y una comunicación clara.
- Interrupciones en la cadena de suministro: Las retiradas interrumpen el flujo fluido de productos a través de la cadena de suministro. Los artículos retirados deben ser identificados, localizados y retirados de las estanterías de las tiendas y de los centros de distribución. Esto puede provocar escasez de existencias y crear problemas logísticos para minoristas y distribuidores.
- Repercusiones financieras: Las retiradas de productos pueden ser devastadoras para las empresas desde el punto de vista financiero. Los costes asociados a la retirada del producto, su eliminación y las posibles demandas judiciales pueden ser considerables. Además, la pérdida de ventas y el daño a la reputación de la marca pueden afectar aún más a los resultados de la empresa.