Fundada en 1985 por João Colofatti, en el pequeño municipio de Bela Vista do Paraíso, en el norte de Paraná, desde hace 35 años, Belagrícola viene haciendo honor al nombre de la ciudad en la que nació año: ha pasado de ser una reventa de productos agrícolas a convertirse en una de las diez mayores distribuidoras de insumos y comercializadores de soja, maíz y trigo del país.
Actualmente, además de estar en Paraná, también está presente en São Paulo y Santa Catarina, con sucursales que atienden a más de 200 municipios. Desde la semilla hasta la comercialización de la cosecha, la empresa es uno de los mayores proveedores de soluciones para el productor rural. Con un amplio portafolio de productos y servicios basados en tecnología de punta, ofrece insumos y asesoría técnica utilizando plataformas integradas de negocios y servicios, que incluyen preparación y siembra de suelos, monitoreo de cultivos, suministro y aplicación de insumos de alta tecnología, cosecha, almacenamiento y comercialización de la cosecha.
Claiton José Silveira de Souza, gerente ejecutivo de infraestructura y operaciones de la empresa, explica que la limpieza y almacenamiento de granos es uno de los factores del éxito de la operación de Belagrícola porque, con la intensificación de la llamada safrinha —segunda cosecha tardía de maíz en invierno, entre los meses de septiembre y enero— en los últimos años, ha cambiado el comportamiento de la soja en la cosecha de verano, que viene con un exceso de impurezas también en la cosecha, ya que todo el ciclo de cultivo a lo largo del año, en general, se ha acortado. “El exceso de impurezas perjudica el rendimiento y la eficiencia de la limpieza, lo que, además de pérdidas, provoca riesgos de incendios en las secadoras y un aumento de los costos de energía y mano de obra. Por eso, invertir en mantener la calidad de los granos con un avanzado sistema de limpieza y almacenamiento se ha convertido en un diferencial fundamental”, destaca.