La prelimpieza es clave para lograr un proceso de molienda seguro y eficiente. Los cereales contienen impurezas y materiales extraños. Si los elimina antes del almacenamiento, puede ampliar la vida útil de su maquinaria y proporcionar condiciones de almacenamiento más higiénicas para sus cereales.

La primera sección de limpieza elimina contaminantes como semillas, piedras o metales. Luego, el grano se acondiciona y almacena en celdas de reposo para lograr la humedad correcta. La segunda sección de limpieza elimina impurezas y sustancias nocivas de la superficie de la semilla, como las micotoxinas.

El blanqueamiento reduce el contenido de salvado y ceniza, lo cual produce una sémola casi sin manchas. Elimina las capas más externas de la cáscara separando hasta el 10 % de la semilla. El blanqueamiento también aumenta la seguridad alimentaria al reducir la contaminación microbiológica.

En la sección de molienda, el endospermo se separa de la vaina y el germen y se procesa para obtener harina. Tras cada molienda, los cernedores separan las partes molidas. Las cepilladoras de salvado y los purificadores mejoran la separación. Este proceso produce harina, salvado, germen y sémola.

Los productos finales se ensacan o bien se cargan a granel. En este paso es importante reducir al mínimo el nivel de polvo. Las tareas de dosificación y pesaje precisos también son fundamentales. Ofrecemos una amplia gama de sistemas de ensacado y carga automáticos y manuales.